- Home>
- Mi Distorsionado Destino 11 >
- Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 2
Posted by : Unknown
21 mar 2014
Capitulo Anterior: Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 1
El día de la verdad había llegado, si bien cuando le dije a Sasuke
que accedía a irme para que ambos estuvieran juntos fue algo completamente
desgarrador, nunca me imagine verle tan sorprendido. A causa de esto no podía evitar
pensar que tal vez se trataba de alguna especie de prueba hacia mí, una que
nunca espero que yo accediera, o al menos eso me dio a entender su rostro en aquel
momento.
Ya eran las 11:17 PM. Me había retrasado 1 hora del tiempo
acordado ¿la razón? Me colgué hablando con Gaara de estupideces sin sentido
alguno, provocando que olvidara el sentido del tiempo y, por si fuera poco, si
bien yo podría haber ido en remis o taxi hacia la mansión, mi brillante cabecita
considero que sería mejor ir corriendo para evitar sospechas.
Y es por esto que en este momento estoy completamente
agitado a 10 cuadras de distancia de mi objetivo.
Si que era el chico más brillante del mundo.
Quería detenerme a descansar por tan solo 5 minutos, pero
algo en mi conciencia no me lo permitía, como tampoco dejaba que aumentara el
ritmo. Para mi fortuna, no había nadie por las calles, haciendo que sea muy
poco probable el que yo me cruzara con alguna persona.
Si bien esto era algo por lo cual alegrarse, también era
algo que me dejaba intranquilo, odiaba como las calles eran únicamente iluminadas
por luces cálidas, como también odiaba este cielo tan oscuro, el cual era
iluminado únicamente por las estrellas.
Ya que hoy era luna nueva.
Justo como aquel día en el que mi vida cambio.
Mis piernas comenzaban a doler, pero para mí fortuna, solo
estaba a unos pocos metros. Al llegar, salte la gran reja la cual rodeaba el perímetro
de la mansión. Si bien el sistema de seguridad de allí era muy eficiente, una vez
que conoces por completo la casa, puedes lograr encontrarle sus fallas, laa
cuales en este momento pude aprovechar.
Comencé a contar las ventanas de la parte este, si no me
equivocaba, le había dicho a Elena (una de las criadas) que dejara abierta la
ventana numero 7 de la planta baja, al tratar de abrirla, comprobé que,
efectivamente, ella había hecho un buen trabajo.
Luego me encargaría de cumplirle el favor que me había
pedido, reí interiormente ¿Quién diría que el precio el cual tuve que pagar
para que me hiciera ese favor era una foto del bastardo sin nada puesto en la
parte superior de su cuerpo? No pude evitar agradecerle a Naruko el que me pasara
las fotos que saco en “La Casa de Veraneo Uchiha”.
Había elegido específicamente esta ventana ya que se trataba
de una habitación de huéspedes, la cual prácticamente era visitada únicamente por
las criadas.
Si, lo sé, la familia Uchiha es tan sociable.
Aunque gracias a esto fue que pude avanzar hasta este punto.
Agarre mi celular para comprobar la hora, 11:32 PM ¿tanto me
había demorado? Coloco el aparato en vibrador para evitar cualquier accidente
posible y, lentamente salgo del cuarto.
Caminaba sigilosamente por entre los pasillos, me sentía un ladrón
en mi propia casa.
La mayoría de las luces estaban apagadas, solamente estaban
encendidas las del comedor, los pasillos y el living. Pero no había rastro
alguno de la “pareja feliz”, sin dudarlo, me dirigí a la habitación del
bastardo, nada, absolutamente nada, aunque había algo lo cual llamo mi atención,
y eso fue la puerta de su cuarto abierta.
Sasuke no era descuidado, el siempre se encargaba de cerrar
con llave la puerta de su habitación (o al menos la mayoría de las veces que lo
veía salir así era).
Entonces ¿Por qué cometería un descuido como aquel?
Me dirigí hacia la habitación de mi hermana, la cual sorprendentemente
tenia la puerta cerrada, coloque mi oreja en ella para poder captar alguna
especie de sonido.
Nada, absolutamente nada.
Corrí el riesgo de abrirla levemente, comprobando que no había
nadie en ella.
Mi corazón bombeaba sangre de forma desenfrenada ¿Dónde podían
estar? Ya me ponía nervioso el estar en mi propia casa como si de un acosador o
ladrón me tratase, el no poder saber su paradero solo causaba en mí más nervios
de los que ya tenía.
¿Y si ellos no se encontraban en la casa?
Descarte esa posibilidad apenas cruzo por mi mente, si ese hubiera
sido el caso, Sasuke no tendría porque haber insistido tanto en el que yo me
fuera de la casa, sin contar de que, apenas hubiera entrado por la ventana, la
alarma se hubiera activado.
Ellos sin dudas se encontraban dentro de la casa, aunque no sabía
completamente su paradero.
Decidí dirigirme hacia las habitaciones de huéspedes, también
existía la posibilidad de que ellos se encontraran en alguna de ellas.
Abrí cada una de ellas, pero no pude encontrar nada,
absolutamente nada.
¿Dónde se habían metido?
Decidí pausar la búsqueda momentáneamente e ir a mi habitación,
esto ya se me estaba haciendo completamente agotador y, por si fuera poco, todavía
me faltaban revisar otras habitaciones las cuales se encontraban en esa área.
Repito ¿era necesario el que los Uchihas tengan casas tan
grandes?
Al caminar por el pasillo que daba a mi habitación hubo algo
que capto completamente mi atención, las luces estaban apagadas.
¿Por qué el único pasillo el cual no tenía luz era el que se
dirigía a mi cuarto?
Mi respiración comenzó a agitarse, mis manos sudaban.
¿Qué era lo que estaba pasando?
Escucho unos pequeños sonidos en esa dirección, fue en ese
momento cuando no pude evitar recordar lo que me había dicho Gaara hacia días atrás.
“¿y por qué no lo
haces? después de todo, dudo que tengan sexo en tu cama”
La última frase resonaba una y otra vez en mi cabeza, eso
era imposible, no habría razón alguna para que ellos hicieran algo como eso en MI habitación.
Mis pasos eran lentos, nunca pensé que el llegar a la puerta
de mi cuarto sería tan difícil. Veo como una luz salía del interior de la
misma.
Yo hoy me había encargado de apagarla, de eso estaba seguro.
La puerta estaba ligeramente entreabierta, tenía miedo de
mirar, no quería hacerlo ya que por alguna razón ya sospechaba lo que me encontraría.
Y él solo pensarlo hacia a mi corazón estremecer.
Pero yo era necio, yo no lo quería aceptar, no quería ver la
realidad, no quería ver como en este momento ambos gemían el uno al otro sus
nombres llenos de placer mientras se besaban en donde yo usualmente dormía.
Esto no era perverso, esto ya era morboso.
Mis piernas flaquearon provocando que estas cayeran al
suelo, pero ellos no se percataron de aquello, no, ellos estaban en su mundo,
mientras sus cuerpos se volvían uno.
Las lagrimas comenzaron a salir solas, no podía creer lo que
mis ojos estaban viendo, no, no quería aceptarlo, comencé a temblar
descontroladamente mientras sentía como algo en mi interior se rompía.
Claro, Gaara tenía razón, tal vez yo si estaba enamorado de
Sasuke.
Comencé a arrastrarme por el suelo, no tenia energías para levantarme,
mis piernas no me respondían, pero aun así yo quería dejar de ver aquello, no quería
continuar haciéndolo, era torturante, desgarrador, era mucho peor que cuando perdí
mi inocencia a manos de ese demonio, este dolor no tenia comparación alguna.
Con dificultad, logre mantenerme en pie mientras era
sostenido por la pared, aun podía escuchar los gemidos de ambos en mis oídos ¿por
que tuve que darme cuenta de mis sentimientos justo ahora? ¿Por qué quise ser
tan curioso? ¿Por qué decidí venir?
¿Por qué quise confirmar lo que ya era sabido?
No lograba recordar por cual ventana había entrado, por lo
tanto, Salí por la primera que me encontré, para luego cerrarla.
Comencé a caminar por el patio, estaba perdido,
desorientado, ya no sabía siquiera quien era yo. Quería llamar a Gaara, pero no
podía recordar su número, tampoco si lo tenia agendado, y mis torpes dedos solo
marcaban cualquier cosa en el.
Quería gritar allí mismo, golpear lo primero que me
encontrara, desahogarme de cualquier manera posible.
Quería tener sexo.
Volví a tratar de abrir nuevamente los contactos en mi
celular, solamente poseía 7, pero en este momento no tenía la capacidad de
pensar en nada, apreté para llamar al contacto el cual yo suponía comenzaba con
la letra “G”, si me equivocaba, tan solo cortaría y llamaría de nuevo.
-¿Naruto? ¿Y cómo te fue? – al escuchar su vos, no pude
evitar sentirme más miserable, no sabía porque razón, pero más lagrimas junto
con mi inentendible vos salieron solas, sin que yo lo deseara.
-Gaara-Chan ¡Tenias razón! – comencé a explotar en llanto,
mientras decía cosas que seguramente el no lograría entender, es más, creo que
lo único que pudo lograr hacerlo fue la primera parte.
Escuche como la música de fondo disminuía, para luego el
comenzar a gritarle a unas personas las cuales, seguramente, se encontraban
junto a él en este momento.
-¡¿Dónde estás?! – El grito de forma desesperada - ¡ya estoy
saliendo para allá, decime donde estas y en 10 minutos llego! – le dije la dirección
de mi casa para luego cortar.
Miraba la gran reja la cual había logrado cruzar hacia horas
atrás con gran facilidad, pero que ahora parecía una pared impenetrable, no me
quedaba otra opción, si quería reunirme con Gaara tendría que cruzarla.
Trate varias veces seguidas de hacerlo, pero no tenia las
fuerzas suficientes, hasta que en el cuarto intento logre cruzarla, cayendo
hacia el otro lado provocando algunos raspones a mi cuerpo.
Comienzo a caminar hacia la esquina de mi casa para poder
encontrarme con Gaara más fácilmente, sentándome en el suelo.
Las lágrimas no querían parar de caer, mi cuerpo no quería dejar
de temblar, y mi pecho no quería parar de doler.
¿Qué se suponía que debía de hacer con todo esto que estaba
sintiendo?
Comienzo a gritar de forma desgarradora, no me importaba que
los vecinos o incluso si Sasuke o Naruko me escuchaban, tan solo quería gritar,
quería llorar, quería descargarme, quería tener sexo.
Ya que esa era la única forma la cual conocía que me
alivianaba el estrés.
No sabría decir específicamente cuanto tiempo paso hasta que
Gaara llegara, aunque creo que el tiempo fue la menor preocupación que tenía en
ese momento.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Durante el viaje ninguno cruzo palabra alguna
Podía decir que Gaara tenía miles de preguntas para hacerme,
pero el tan solo me dejo llorar en paz, lo cual le agradecí interiormente.
Pude notar como Gaara me llevaba sin un rumbo fijo, únicamente
tratando de que yo me tranquilizara.
-Gaara-Chan – el me miro sorprendido – quiero que me dejes
tirado en algún antro – el no podía comprender mis palabras, por lo cual
estaciono el auto al costado de la avenida.
-¿Qué estás diciendo Naruto? – levante mi vos, repitiendo lo
anterior de forma demandante.
-¡quiero ir a un antro! ¡Quiero tener sexo! – comienzo a
llorar nuevamente mientras trataba de tapar mi rostro con ambas manos,
frustradamente. Gaara comienza a zamarrearme desesperado.
-¿Por qué quieres ir a un lugar como ese? ¡El que tengas
sexo con cualquiera no podrá cambiar las cosas! – yo lo aparte bruscamente
mientras lo miraba de forma suplicante.
-Gaara, por favor, está en la única forma que conozco para
aliviar mi corazón – grite nuevamente mientras trataba inútilmente de limpiar
mis lagrimas, el simplemente me miraba, triste, como si pudiera sentir mi
dolor.
El me abrazo protectoramente mientras sentía como pequeñas
lagrimas mojaban mi espalda, nos quedamos así por unos minutos, para luego el
alejarse, volviendo a poner ambas manos en el volante.
-te llevare con unos conocidos míos, seguramente ellos podrán
darte lo que quieres – se lo veía impotente, mientras miraba hacia adelante en
un vano intento de contener su sufrimiento.
Yo simplemente le sonreí agradecido, realmente Gaara era mi
Mejor amigo.
-Gracias Gaara-Chan – y dicho esto, ambos nos sumergimos en
un largo silencio.
Este no era incomodo, tampoco tenso, sino era de
entendimiento mutuo, ya que ambos sabíamos que lo mejor que podríamos hacer en
este momento, lo mejor para ambos, seria no hablar y sumergirnos en nuestros propios
pensamientos.
Capitulo Anterior: Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 1
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios