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Posted by : Unknown
6 mar 2014
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Hacía apenas una semana desde que comencé a “convivir” con
la familia Uchiha.
Pero solo ese corto periodo de tiempo me basto para darme
cuenta cómo era la situación en el hogar.
Uchiha Sasuke, o bastardo, como suelo llamarlo, es un chico
el cual tiene un gran complejo de inferioridad hacia su hermano mayor, Itachi,
el cual, a mi parecer, siempre hace cosas para molestarlo de forma indirecta.
Otra cosa que debo agregar de él es que, por alguna razón
que no puedo explicar, no le gusta que este junto a mi hermana, se pone
posesivo y sobre protector, generándole a Naruko uno que otro sonrojo, razón
por la cual trato de alejarlo de ella lo mas que puedo.
Ella únicamente me necesita a mí, un bastardo como él no era
necesario en la familia.
Uchiha Itachi era, para decirlo de forma elegante, la
persona más enigmática que había conocido en mi vida, por momentos se comporta como si tuviera un
complejo de hermano hacia Sasuke, en otros, como si no le importara. Y por si
fuera poco, su hobby es torturar a mi hermana llenándola de trabajos.
Por mi parte, Itachi, no me desagrada, es más, me parece una
buena persona, algo retorcida, pero, buena al fin y al cabo.
Después de todo, una persona que te regala ramen de la mejor
calidad no puede ser alguien malvado.
Está bien, esto suena verdaderamente raro de mi parte, pero
el ramen, es ramen.
Uchiha Fugaku es ¿Uchiha Fugaku?
En serio, todavía no entiendo que le vio mi padre a ese
hombre.
Después de todo, ni siquiera tiene la apariencia de sus
hijos ¿Cómo conquisto a Minato?
Solo dios sabrá.
Otro dato a recalcar, es que no importa en qué situación estés,
siempre será mala idea salir con los hermanos Uchiha.
De veras, atraen a todas las miradas, TODAS.
Y es que tienen sus motivos, es más, admito que hasta son mi
tipo, pero nunca tendría sexo con alguien como ellos.
Sobre todo con Sasuke, no importa que tan violento me trate
en la cama, nunca me acostaría con él.
Con ese bastardo.
Además, le había prometido a Naruko que no lo aria
nuevamente, ya que yo no quiero volver a ver esos ojos llenos de lastima y decepción
hacia mí, esa mirada que causaba estragos en mi interior.
No quería hacerle daño, ni a ella ni a mi padre.
Por lo tanto, trataría de contener mis instintos carnales
por el momento, nada que una buena cesión de auto placer no puedan remediar.
Otro punto a resaltar de mi vida en el hogar Uchiha, son las
criadas.
Si, no suena verdaderamente lógico el que yo las este
resaltando, es solo que, últimamente, estoy comenzando a dudar si ellas
trabajan porque necesitan dinero o si es para acosar a los Uchihas.
No me malinterpreten, no todas son así, pero la gran mayoría
(por no decir el 80 % de las criadas) se encargan de babosearse sus 12 hs de
trabajo completas.
Se dice que deleitarse con la mirada es gratis, bueno, ellas
se aprovechan de ese beneficio.
Y es que, por si fuera poco, ni siquiera se molestan en disimular.
El otro día las vi oliendo su ropa interior.
Eso fue algo que nunca, repito, NUNCA, podre sacar de mi
cabeza.
Podría decir que hasta me traumo.
Las mujeres son raras.
Lo bueno de todo esto es que, por cómo se estuvieron dando
las cosas, deduzco que no seré otro blanco de sus acosos.
Yo nunca me caracterice por ser alguien demasiado atractivo,
siempre me mantuve a la par que todos, pero había algo que me hacia resaltar
por más de que no quisiera, y eso era mi color de cabello y ojos.
Es decir, no todos los días te encuentras con un rubio de
ojos celestes en Japón, el cual tiene más rasgos extranjeros que japoneses, sin
contar de esas cicatrices en forma de bigotes que tengo en mis mejillas las
cuales aparecieron en ese “Desafortunado
Accidente” como suelo llamar a ese suceso.
La verdad, es que nadie, ni yo mismo se como aparecieron
ellas.
Según lo que me dijeron los doctores, cuando aparecí en el
hospital 3 días después de mi violación, ya las tenía, además, según lo que me
dijeron, durante esos días recibí tratamiento médico de un profesional, ya que
mis heridas ya se estaban curando con normalidad sin peligrar mi vida.
Es el día de hoy que yo me pregunto quién pudo haberme
salvado, después de todo, nadie pasaba nunca en esa plaza.
Pero por alguna razón siempre sospeche de esa persona, la
cual sus largos cabellos demoniacos hacían gala de su presencia.
Tal vez, el fue la persona que me había curado.
Aunque esta conclusión no tenía sentido alguno.
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Durante las vacaciones de verano, me fui en tren con mi
hermana y los 2 intentos de hermanastros, a la playa.
¿Por qué en tren?
Porque, al parecer, Fugaku deseaba que seamos unos hermanos
bien unidos, por lo tanto, nos dejo a pie.
Pero eso sí, nos compro los pasajes, llevo nuestro equipaje a
“La Casa De Veraneo Uchiha”, y sin que siquiera podamos replicar algo, nos
subieron al tren.
Los detalles de todo fueron enviados por celular a través de
un mensaje de texto con número anónimo.
A mí no me engañaban, ellos querían estar lo que quedaba del
verano teniendo sexo como conejos alrededor de toda la casa.
Ya que yo no conocía a Fugaku, pero sabía muy bien que mi
padre tenía esos días.
Y, sinceramente, no estoy muy orgulloso de saber esos
detalles de el siendo su hijo.
Lo bueno de todo esto, es que estaríamos únicamente 3
semanas juntos, lo cual sonaba una tortura para mí, pero bueno, podía ser peor.
Otro lado positivo es que iríamos a la playa, eso quería
decir que podría nadar cuanto quisiera, sin contar que esta sería la primera vez
que iría de vacaciones a la playa junto a mi hermana.
Deseaba con todas mis fuerzas que estas no se vieran
interrumpidas por los Uchihas.
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“La Casa De Veraneo Uchiha” o como yo la llamo, “Mansión Versión
2.0” era otro lugar exageradamente grande.
En serio, no sé porque todas sus casas tienen que tener un
tamaño tan exagerado, que tengas el dinero para comprarla no significa que deban
hacerlo.
En fin, una vez llegamos, unas criadas me guiaron a la
habitación.
Al parecer, mi hermana ya conocía el lugar, ya que al
llegar, la perdí por los pasillos. Lo bueno de todo esto es que, todos mis
equipajes estaban intactos a un costado de la inmensa cama la cual era de 2
plazas y media, media plaza más chica que la que tengo en la mansión Uchiha.
Sonreí ante mi pensamiento, el estar tanto tiempo junto a
los Uchihas me estaba contagiando su prepotencia.
Procedí a tratar de no pensar demasiado y acomodar la ropa
de las valijas en sus respectivos cajones.
Sabía que esto era algo con lo cual no demoraría demasiado,
por lo tanto pensaba que, cuanto menos tardara en hacerlo, más tiempo tendría
después para apreciar el mar, ya que, por si fuera poco, mi ventana tenía una
hermosa vista la cual me permitía ver el atardecer reflejado en el agua,
provocando que una sonrisa saliera de mis labios.
Pensar, que ahora, puedo sentir tanta paz, ser tan feliz.
Siendo que hace meses atrás no podía parar de llorar.
Apreté fuertemente mi pecho con ambas manos, provocando que
2 lágrimas cayeran de mi rostro.
Ese naranja llegando a rojizo, me hacia acordar a el hermoso
cabellos de mi madre.
Un golpeteo en la puerta me saca de mis pensamientos,
limpiando rápidamente todo rastro de lágrimas en mis ojos.
-adelante – digo con voz calmada, ocultando todas las
emociones recién exteriorizadas.
Veo a una cabellera azabache asomarse tras la puerta,
sorprendiéndome, por la visita inesperada.
-Itachi, que raro ¿necesitabas alguna cosa? – el, al verme,
demostró una ligera sorpresa a través de sus ojos, emoción que oculto en unos
segundos para luego caminar hacia mí.
-Naruto ¿te pasa algo? – creí que había ocultado mis
emociones perfectamente ¿acaso mi rostro era más expresivo de lo que pensaba? Desvió
la mirada y con un tono seco le respondo.
-no es nada, solo estoy un poco cansado – el me sigue
observando sin creerse palabra alguna.
-está bien, si no quieres decírmelo no lo hagas, pero eso no
te ara ningún bien, Naruto – no pude evitar sorprenderme nuevamente, el había
dicho justo las palabras que yo no quería escuchar.
Itachi verdaderamente era muy observador.
Tal vez, podría decirle mi problema.
-te cuento algo, Itachi
- el me miraba atentamente – seguramente sabrás que hace unos meses, mi
madre murió – el asintió ligeramente – pues, la verdad, es que no puedo parar
de culparme, a pesar de que Minato y Naruko me apoyen y digan que no fue mi
culpa, no puedo evitarlo – trataba de no llorar con todas mis fuerzas, ya lo
había hecho demasiado – y, cuando vi ese hermoso atardecer, no pude evitar recordarla
– mis lagrimas amenazaban con salir, pero no las dejaría, ya no quería llorar
mas - ¿soy idiota verdad? Solamente tendría que olvidar todos estos problemas y
pensar en ella con una sonrisa y vivir, eso es lo que ella desearía para mí, y
aun así, yo… - Itachi me abrazo, logrando que todas las lágrimas que retenía
salieran juntas, desahogándome.
El no me soltaba, me sostenía fuertemente, como si me protegiera
de todo.
No sé cuánto tiempo estuvimos abrazados.
Pero el nunca me soltó, hasta que yo soltara todas y cada
una de mis lagrimas.
Luego, Itachi me acaricio la cabeza, con aprecio.
-Naruto, no tienes que olvidar, estas cometiendo un grave
error si piensas que olvidando todo se solucionara, tienes que vivir con esa
carga, recordar todo eso, para así, poder sonreír y demostrarle a tu madre en
la persona en que te has convertido – yo sonreí abiertamente, había dicho
exactamente lo que necesitaba para sentirme feliz.
Realmente, Itachi era una persona increíble.
-gracias, Itachi – me acurruque más hacia su pecho de forma
juguetona mientras lo abrasaba.
-para eso están los hermanos – yo sonreí mas abiertamente si
era posible, asique así se sentía tener un hermano mayor.
-entonces, puedo llamarte “Itachi-niisan” – el sonrió ligeramente
y asintió, yo no podía estar más feliz, pero al ver la puerta aun entreabierta
no pude evitar preguntarme – Itachi-niisan ¿a qué viniste a mi habitación? –
pude ver duda en sus ojos, para luego responderme.
-quería saber si te había gustado tu nueva habitación – ok,
eso era obviamente una mentira, me pregunto qué era lo que me quería ocultar.
Ahora estaba intrigado.
-si es linda, aunque exageradamente grande – digo
sonriéndole divertido.
-bueno, entonces me voy, cualquier cosa que necesites,
decime – yo lo acompaño hasta la puerta, abriéndola completamente mientras
miraba disimuladamente por los pasillos.
¿Acaso estaría pensando demasiado?
-Itachi-niisan para eso están las criadas – ambos nos reímos
levemente, y tras un adiós, yo cerré la puerta.
Tal vez sea solamente mi imaginación, pero sentí la
sospecha, de que alguien nos observo todo este tiempo.
Ya que yo estaba seguro que Itachi, cuando entro, había
cerrado la puerta.
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Al día siguiente, me levante a la mañana temprano, algo muy
raro en mi ya que habitualmente, si me dejaban dormir claro estaba, no me
despertaba hasta pasadas las 12 del mediodía.
Pero allí estaba yo, sentado en la arena, mientras observaba
el mar a las 8 de la mañana.
¿A quién se le ocurría ir a ver el mar a la mañana?
Únicamente a mí, por supuesto.
Después de todo, era el único que estaba en ese lugar.
Lentamente, escucho unos pasos que se acercan hacia mi
dirección, provocando que yo me volteara para ver de quien se trataba esas
pisadas.
Uchiha Sasuke.
Si que debía tener suerte como para encontrarme con él a la
mañana temprano.
Suspire.
-nunca pensé que un dobe como vos se levantaría tan temprano
– ignore olímpicamente su insulto, en cierta forma, ya me estaba acostumbrando
a su indeseable apodo.
-igualmente teme – sin replicarme, el simplemente se sentó a
mi lado dejando una clara distancia de 20 cm aproximadamente – nunca pensé que
seas de los que le gustan ver el mar junto a otra persona – le dije eso
únicamente para molestarlo y escuchar su bastarda respuesta, pero esta nunca
llego.
-no me gusta esta casa, no puedo dormir bien, por eso vine acá
con la esperanza de hacerlo – esto sin duda me sorprendió, nunca pensé escuchar
algo así de su boca – pero, en vez de encontrarme con Naruko, me tuve que encontrar
con un usuratonkachi – reitero lo dicho anteriormente, el era todo un bastardo.
-pobre de vos, Naruko no despertara hasta más de las 12 – le
dije mientras miraba como las gaviotas comían, lo que suponía yo, era un
pescado.
-eso lo sé – desvió la mirada hacia mi – Naruto ¿alguna vez
pensaste que vos y Naruko parecen más novios que hermanos? – al escuchar esto,
todos los pelos de mi espalda se erizaron.
¿A que se estaba refiriendo?
¿Acaso estaba mal de la cabeza?
Además, ¡esa pregunta no tenía nada que ver con la
conversación anterior joder!
-S-Sasuke ¿estás bien de la cabeza? – mi sonrojo era
bastante notorio, por lo tanto, mi insulto parecía mas una duda.
El me miro seriamente.
-respóndeme – su mirada era decidida, el estaba hablando muy
en serio.
Yo solo suspire.
-nos amamos, es verdad, pero únicamente como hermanos – al
ver que su penetrante mirada no cesaba, yo continúe – cuando era más chico yo sufrí…..
Unas complicaciones, por lo tanto, nuestra relación, que ya de por si era muy
fraternal, se volvió más intima, pero únicamente nos amamos como hermanos –
El parecía increíblemente aliviado, como si un gran peso de
en sima hubiera desaparecido.
-ya veo –
Se produjo un gran silencio por parte de ambos, hasta que yo
decidí romperlo con una duda que me carcomía por dentro.
-ne, Sasuke ¿a que vino esa pregunta? – el se sonrojo
levemente y giro la cabeza de forma en que no pudiera ver su rostro.
-no es algo que un idiota como vos entienda – sin pensarlo
dos veces, lo patee, provocando que su cuerpo entero se ensuciara con la arena
- ¡¿QUE ESTAS HACIENDO DOBE?! –
Yo, al verlo tan enojado, no pude evitar reír, mientras que
comenzaba a correr, siendo perseguido por Sasuke.
Seguramente, para cualquier persona que pasara por ese
lugar, pareceríamos un par de idiotas.
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