- Home>
- Mi Distorsionado destino 12 >
- Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 3
Posted by : Unknown
26 mar 2014
Capitulo Anterior: Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 2
Capitulo Siguiente: Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 4
Estaba destrozado, por más que ninguna lágrima cayera de mis
ojos, podía sentir como mi corazón lloraba interiormente. Era una sensación
extraña, única, pero no por esto significa que era hermosa, no, era excesivamente
dolorosa, era como si mi interior estuviera siendo desgarrado lentamente
mientras bloqueaba cualquier acceso que yo pudiera tener de oxigeno.
Gaara seguía mirando hacia adelante, ya habíamos estado
dando vueltas alrededor de una hora, y por alguna razón creía que, en realidad,
estábamos dando vueltas en círculos en vez de ir a alguna dirección fija.
Sinceramente, en alguna otra ocasión, esto sin duda me hubiera molestado, pero
en este momento no me importaba, cualquier escusa que usaba para desviar mis
pensamientos era inútil, totalmente inútil, ya que esa escena de ambos desnudos
mientras tenían sexo sobre mi cama no podía borrarse, no podía desaparecer de
mi mente.
Gaara me extiende con su mano derecha un pedazo de tela
negra.
-cúbrete los ojos con esto – sin duda alguna su petición era
rara, pero aun así yo confiaba en el, por lo tanto decidí acceder tapándome los
ojos con esa venda.
El auto continuo andando unos 10 minutos, para luego
detenerse. Gaara se bajo, abrió la puerta del acompañante y me guio llevándome
de la mano. Podía sentir como mis otros sentidos se agudizaban, como también
cierta inseguridad se apoderaba de mi ser, pero aun así decidí confiar, ya que el
sería la única persona que jamás me traicionaría.
Pude escuchar una fuerte música la cual resonaba en aquel
lugar y como Gaara abría varias puertas seguido de los murmullos de numerosas
personas las cuales no podía identificar.
¿Dónde estaba?
Subimos en un ascensor y nos bajamos, creo yo, en el tercer
piso para continuar caminando. Gaara golpeo 3 veces una puerta para luego, en
el lapso de 10 segundos, golpear nuevamente accediendo a la habitación. Una vez
entramos, el cerro la puerta.
-Sanbi – dijo Gaara para luego soltarme y alejarse de mí.
Escucho unos pasos enérgicos dirigirse hacia nuestra
dirección.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SEEEMPAAAAIIIII!!!!!!!!!!!!! ¡Te tardaste
mucho! Ya nos cansábamos de esperar a que tu horrible cara de mapache se
dignara a aparecer – era una voz alegre, juvenil, pero aun así le hablaba de
esa forma a Gaara, no pude evitar sentir cierta rabia en mi interior ¿Quién se
creía ese mocoso?
Escucho como sus pasos se acercaban a mi dirección,
provocando que yo retrocediera sin pensarlo.
-Ichibi ¿Quién es él? ¿Tu nuevo juguete? – me sentía
desprotegido, como si desnudo me encontrara, el me observaba desde varios ángulos,
sin embargo yo no podía ver nada ¿qué es lo que estaba pasando? – heeee…. No sabía
que Bateabas también para ese lado, bueno tratándose de una cosa como vos no me
sorprende – apreté mis puños fuertemente, maldito mocoso – además ¿Quién te
crees que eres como para irte sin explicación y regresar como si nada? – Seguía
hablando con un tono animado, como si sus palabras no tuvieran peso alguno y
por si fuera poco Gaara no respondía nada, simplemente se dejaba basurear por
esa escoria - ¿no vas a responderme? Ne, semp…. – lo interrumpo agarrándolo
fuertemente del cuello con la mano izquierda mientras me desato la venda de los
ojos con mi mano derecha.
-una palabra más, y te mato – hablaba en serio, a pesar de
que nunca hubiera matado a una persona, yo me atrevería a hacerlo si él no se
callaba.
El mocoso comenzó a temblar, no tenía más de 15 años y aun así
se dignaba a hablarle de esa forma a Gaara. Reforcé el agarre, haciendo que el nene
se retorciera por la falta de aire, seguramente el podía respirar, no le estaba
apretando demasiado fuerte, pero el shock de tal acto seguramente provocaba que
se moviera tan torpemente tratando de que yo lo soltara.
Que estúpido.
Comienzo a sonreír burlonamente hacia él, provocando que ese
mocoso comenzara a llorar ¿Dónde había quedado esa actitud confiada de hace
momentos atrás?
Siento como alguien apoya su mano en mi hombro, logrando que
yo me volteara a ver de quien se trataba. Gaara me estaba viendo, se encontraba
triste, provocando que yo soltara al niño. En cuestión de segundos, toda la ira
que sentía hacia el joven había desaparecido dando paso a un gran dolor en mi
pecho, por supuesto, yo no estaba acá para hacer cosas como estas.
Esa escena regreso a mi mente.
-Sanbi ¿Dónde está Rokubi? – el niño estaba tosiendo
mientras temblaba, por lo tanto al recibir la repentina pregunta de Gaara el se
tenso levemente.
-E-Esta en la sala – y dicho esto desapareció entre los
pasillos corriendo desesperado.
Gaara volvió a sostener mi mano fuertemente, al parecer el
tampoco se encontraba con muchos animos.
“Perdón, Gaara-Chan,
perdóname por meterte en esto”
Esas palabras si bien las pensé, no salieron de mi boca, ya
que yo no quería que lo hicieran.
Al llegar a la sala, 4 personas estaban charlando
animadamente, para luego desviar su mirada hacia mí, observándome
detalladamente, logrando que un gran sentimiento de incomodidad se apoderara de
mi ser.
-este chico que ven aquí es un amigo mío, su nombre es… -
hizo una leve pausa para luego continuar – Menma, es masoquista y quiere tener
sexo ¿Quién se ofrece? – yo lo miraba sorprendido ¿Menma? ¡¿A quién llamas
Menma?! ¡¿Y cómo mierda sabias de que yo era masoquista?!, suspire, era muy
probable el que lo dijera por la manera en la que sufro por ese bastardo, pero
aun así, esto era demasiado, además ¿A qué venía ese nombre tan raro?.
Gaara desvió su mirada seriamente, como si tratara de
decirme que no replicara nada, por lo tanto así lo hice.
Una joven la cual hace minutos atrás estaba indiferente
hacia nuestra presencia, comenzó a reír descontroladamente, ella poseía un
color de cabello bastante peculiar, el cual si no me equivocaba, era verde.
Estaba más que seguro que ese color lo había logrado conseguir con algún tipo
de tintura barata, aunque eso no era lo único raro en ella, ya que sus ojos
eran naranjas ¿acaso era algún tipo de moda el comprarse lentes de contacto de
colores tan llamativos? Aunque yo estaba más que seguro, con solo observarla,
que allá era una persona la cual le gustaba llamar la atención, es decir,
dejando de lado sus ojos y color de cabello ¿Qué persona en la actualidad va
vestida con una pollera y top verde fluorescente con unas medias ¾ fucsias? sin
contar las zapatillas del mismo color de la pollera y el top claro estaba. Esa
chica (la cual creía yo que estaba mal de la cabeza) seguramente debía tener mi
misma edad.
-Nunca, jamás en mi vida me hubiera imaginado que el serio y
frígido de ichibi nos vendría con algo como esto – comenzaba a sostener su
vientre con ambas manos en un vano intento de contener su risa.
Un joven de pelo
negro con ojos miel de, creía yo, 20 años, se acerco hacia mi observándome de
arriba hacia abajo. Ante este acto yo me tense levemente, su mirada era más
penetrante de lo que parecía.
Mi cuerpo comenzó a temblar sin razón alguna, para luego
poder observar como el extendía su mano derecha hacia mi posición, para luego
sonreírme.
-ven, te daré lo que tu deseas – yo desvié la mirada hacia
Gaara, como si esperara su aprobación, a lo cual el simplemente asintió para, a
continuación, caminar hacia el grupo de 3 personas de apariencia peculiar.
Al ver que no había algún indicio de respuesta negativa
hacia Gaara, yo simplemente le correspondí el gesto a aquella persona,
provocando que una leve sonrisa se escapara de sus labios. Comenzamos a caminar
agarrados de las manos, yo siendo guiado por él a través de sus pasillos.
Su apariencia era bastante peculiar, al contrario de los demás,
el llevaba puesta una yukata celeste la cual conforme ibas bajando la vista,
esta se tornaba cada vez mas y mas oscura, llegando a un azul intenso. Su piel
era completamente blanca, a tal punto que no pude evitar compararla con la de Sasuke,
otra vez ese dolor punzante apareció, si bien su cabello negro no era azabache,
sino opaco, no pude evitar también el compararlo.
Tal vez solamente debería dejarme llevar por mi imaginación.
Negué con la cabeza, si lo hiciera, solamente estaría
provocándome mas daño, si fuera posible, a mí mismo.
Entramos a una habitación, la cual tenía las luces
completamente apagadas y, una vez el cerro la puerta, tironeo fuertemente de
mis cabellos, para luego, revolearme hacia la cama.
Sentía como el mullido colchón hacia contacto con mi
espalda, desorientándome por segundos. El se coloco arriba mío desatando su
obi, para luego, usarlo para amarrar mis manos hacia la cabecera de la cama.
-Menma, eres alguien demasiado hermoso ¿lo sabías? – el me
gira bruscamente, provocando que yo no pudiera verle, mientras repentinamente
me desvestía completamente, dejando únicamente la remera la cual estaba
levantada en su totalidad, logrando el tener mi cuerpo entero a su merced.
Todo estaba ocurriendo demasiado rápido, tanto que no podía
evitar desorientarme. El vuelve a sostener mis cabellos con una de sus manos, echando
involuntariamente mi cabeza hacia atrás, mientras escucho un leve susurro salir
de sus labios.
-No te preocupes, esto sin duda alguna lo disfrutaras – una
corriente eléctrica surco mis sentidos, provocando que me excitara ligeramente.
Esto tal vez sea divertido.
El comienza a tocarme la espalda con ambas manos mientras
rozaba algo contra mi piel.
-¿sientes esto? – yo asentí levemente, aunque dudaba el que él
me hubiera visto por la escaza luz – esto violara cada centímetro de tu piel de
forma tan exquisita que hasta me da envidia – comenzó a clavar sus uñas
fuertemente, creando en mi cuerpo un camino recto el cual cubría mis muslos en
su totalidad – pero descuida, mientras que tú te portes bien, no te atare – mordió
de forma salvaje mi glúteo derecho, provocando que mi cuerpo se calentara aun
mas.
Sentía como él se separaba de mi lado, generándome cierta
inquietud, la cual duro unos segundos, siendo opacada por el dolor que me
generaba el que él me azotara con algo, una y otra vez, en cada rincón y sector
de mi cuerpo.
Pero esto, por alguna razón, no hacía más que excitarme, mi
cuerpo se tensaba a cada latigazo recibido por el, esto sin duda era único, era
increíble. Comenzaba a morder la almohada mientras soltaba pequeños gemidos de
dolor combinados con placer. Giró bruscamente mi cuerpo, pudiendo verle su cara
de satisfacción junto a su miembro erecto, lo deseaba, se me notaba en la
mirada.
-¿Qué pasa? ¿Acaso deseas esto? – el señalo a su miembro
mientras que yo asentía levemente – pues pídemelo – yo lo miraba a los ojos,
por unos segundos, solo unos segundos, mi vista se nublo, generando que yo
tenga una pequeña ilusión.
Ese chico de ojos miel ya no estaba, en su lugar se
encontraba Sasuke, mirándome prepotentemente, esperando que yo le dé una
respuesta correcta.
-por favor, déjame lamerlo – el sonrió de forma altanera acercándose
hacia mí.
El en ningún momento me desato, yo simplemente jugaba con su
miembro únicamente con mi boca, mientras lo rodeaba con mi lengua. Podía sentir
su penetrante mirada posada sobre mí.
-no lo haces nada bien – comenzó a estimular mi entrada con
sus dedos de forma brusca sin haberlos lubricado anteriormente, provocando en
mi cierto malestar – eres bastante inútil – con su otra mano forzó a mi cabeza
a bajar, generando que me ahogara con su gran miembro – tienes que hacerlo
hasta el fondo, sino no servirá de nada – agarro mis cabellos con fuerza
mientras movía mi cabeza conforme al ritmo que él deseaba.
Me sentía usado, una simple puta la cual el desecharía luego,
pero aun así no me importaba, al contrario, este solo pensamiento generaba que
mi excitación aumentara el cual, luego de un pequeño espasmo de dolor combinado
con placer, eyacule toda mi esencia.
Me sentía avergonzado, el simplemente haberme excitado tanto
que provocara que toda mi esencia saliera en tan poco tiempo no era algo de lo
que estar orgulloso.
El comenzó a reírse y, a continuación, separo mis piernas
dejando mi entrada completamente al descubierto.
-¿Quién te crees que eres para venirte sin mi permiso? – estaba
serio mientras que comenzaba a introducir la punta de su miembro en mi estrecha
entrada – te castigare por eso – y, dicho esto, introdujo su miembro
completamente provocando que me arqueara de dolor, yo no había sido preparado correctamente,
sin contar que yo llevaba demasiado tiempo sin realizar algún tipo de acto
sexual, aunque, si bien había estado masturbándome, eso no se comparaba a tener
sexo real.
Mi vos no salía y algunas lagrimas comenzaban a salir.
-no Sasuke, espera – el había comenzado a moverse
lentamente, provocando que yo no pudiera decir palabras coherentes.
Se sentía doloroso, pero maravilloso al mismo tiempo, el
solo pensar que Sasuke me estuviera penetrando ya era motivo suficiente de mi
alegría.
Aunque yo sabía muy bien que esto no era más que una ilusión
mía, a pesar de que sabía muy bien que la persona que estaba dentro mío no era él,
aun así quería creerlo, gimiendo su nombre una y otra vez mientras era mordido
por él en diferentes sectores de mi pecho y cuello.
Ambos sudábamos mientras gemíamos descontroladamente, los
ritmos aumentaban, el placer continuaba, algunas lágrimas comenzaron a caer por
la excitación recibida.
-bésame, por favor Sasuke – el dudaba se lo veía, pero aun así
lo hizo, explorando salvajemente cada rincón de mi cavidad bucal mientras me
penetraba sin descanso alguno.
Sentía el final, mi cuerpo me lo decía, trate de decírselo,
pero su rostro reflejaba que ya lo sabía. Ambos nos vinimos al mismo tiempo,
estábamos cansados, nuestra respiración era irregular, el sacaría su miembro de
mi interior, pero yo no lo deje.
Simplemente lo abrase mientras muchas lágrimas comenzaron a
caer de mis ojos.
-perdóname, perdóname por decir su nombre cuando teníamos
sexo – el me abrazo protectoramente, ambos estuvimos en silencio un largo
tiempo, provocando que por el cansancio del acto recién hecho, me rindiera ante
los brazos de Morfeo.
Capitulo Anterior: Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 2
Capitulo Siguiente: Mi Distorsionado Destino - Decisiones Parte 4
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios